jueves, 8 de mayo de 2008

En la Resignación

Pasan las estaciones, y está harto porque ya no hay nada. Al menos nada más. Sólo palabras. En la soledad del tren repleto de gente mira por la ventana. Se queda ahí, expectante. Da lo mismo: engañoso mutismo o molesto infrasonido. Observa y observa. Las decepciones que nunca cambian, los cánticos de siempre… Vuelve a su cama. Y todo es inalterable... Cansado, se acuesta. Todo termina igual... En este silencio. En este final.

1 comentario:

Unknown dijo...

eyyy bienvenida a la blogosfera. haceme acordar que te agregue en mis links! yo vos hace lo mismo

me alegra mucho que escribas y que lo subas para que el mundo lo pueda leer.

besos!! esperemos vernos en la calle o en el subte muy pronto :)