jueves, 19 de junio de 2008

Estás horrible. Sos horrible. No tenés personalidad. Soledad. Siempre te comparás. Dejame en paz. Quiero parar. No aguanto más. Todo gira. Todo avanza hacia ningún lugar. Te equivocás y te frustrás. Llorar. Sólo queda la desolación después. ¿Y que me importa todo lo que creía antes, cuando sé que no voy a conseguir nada? Ser nada. Ahora que la risa que brotaba, cual manantial bajo el agua, ha muerto bajo las sábanas. ¿Por qué querría sufrir para acabar en nada? Sigo en la encrucijada.
Soy invisible. Habito un cuerpo que morirá conmigo. Soy como el árbol que no deja ver su sentido. Su interior cambia, su corteza es inmutable. Un día mi savia correrá por la tierra y seré aire. Será un día soleado de primaver u otoño. Un día clave.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Vos crees que sos invisible? Tal vez para los idiotas o los ciegos. Pero para mi nunca vas a ser invisible.
Algun dia vas a entender como yo te veo. Y la luz oscura que irradias.

lu* dijo...

epa, juli, qué luz oscura que le irradiás!!! wouchi!

Una indisciplinada no tan moderna dijo...

te falta terminar el escrito con "hermano" o "verás" o "paz"
y es una rap hecho y derecho

LeRoi dijo...

Para continuar con el mensaje que posteee el 20 de junio, te pongo algo:

La sintaxis de la invisibilidad

:”Desde la primera vez que te vi
No pude dejar de mirarte”.

El deshielo de luces
Se combinan en esa oscuridad.
Los ecos de una dualidad
En el filo de tu cuerpo.
Ausencia de centro
En una pura exposición.
Puro don.
Gratuito.
Brillante.
Oscuro.
Calido.
Demasiado distante.

Una indisciplinada no tan moderna dijo...

Lo volví a leer y me recordó a un tema de los ratones
"no tengo ganas de decirte quien soy, sos horriiiiiiiiible!"
muy bueno
pomelooooooooooooooooooooo!